Antes de venir, es normal preguntarse qué tanto hay que preparar.
No quieres cargar de más, pero tampoco quedarte corta.
Y también quieres saber si el plan vale la pena, si va a entretener, si de verdad van a disfrutar.
Este lugar se encarga de resolver todo eso. Pero igual te damos una idea.

Lo esencial no pesa (y hace la diferencia)
No necesitas empacar medio mercado, ni una maleta de viaje. Solo algunas cosas que hacen que el día sea más cómodo:
- Una bolsa para la ropa mojada.
- Ropa de baño y una toalla para cuando la emoción termine en agua.
- Bloqueador, gorra y algo de bebida fría que siempre cae bien.
- Un balón para correr, jugar, patear.
- Y si quieres poner tu música, una playlist también es bienvenida.
La torta, los platos, los cubiertos, la vela.
Eso que hace que la celebración tenga su momento especial. Lo demás, está aquí.
Y si pensabas traer a tu mascota, mejor déjala en casa esta vez. El espacio está pensado para los niños, y así todos disfrutan sin preocupaciones.
¿Y qué se hace allá?
Te sorprendería. Porque no es solo un lugar para estar: es un lugar para hacer.
- Hay cascada, inflables, una pista de obstáculos.
- Una granja para mirar y tocar.
- Una huerta para explorar sin correr.

Pero también están esas cosas que no se anuncian
El rincón que descubren solos, la actividad que se inventan entre todos, ell momento en que todo se siente bien sin haberlo planeado.
No hay un itinerario. Hay posibilidades. Cada quien encuentra lo suyo.
Al final, no era tanto lo que había que traer.
Ni tantas cosas, ni tanto control. Solo estar. Y dejar que el día pase como tiene que pasar. Porque cuando llegas, entiendes que el plan no está solo en lo que trajiste, sino en lo que encuentras.
Y lo que encuentras acá… da para quedarse un buen rato.