¿Cómo hacemos que cada niño se sienta protagonista?

No es solo decorar bonito.

Ni poner su nombre en la entrada.

Es algo que se nota en su cara cuando llega y entiende que todo esto es para él.

Y sí, eso se siente.

Empieza mucho antes del día de la fiesta

Desde que sabemos qué le gusta, qué le emociona, qué palabra dice todo: dinosaurios, sirenas, fútbol, selva, magia. Cada fiesta nace de ahí.

No hacemos copias. Hacemos espacios pensados para ellos. Desde los colores hasta los juegos, desde la torta hasta el inflable.

Se nota cuando llegan

Al entrar, entienden que no vienen a una fiesta cualquiera.

Que esto fue planeado con ellos en mente. Sin necesidad de decir mucho, lo descubren en los detalles

Cada uno lo vive a su manera

Hay niños que se lanzan al inflable desde el primer minuto, y otros que observan un rato antes de decidir.

Los que corren sin parar, los que se quedan pintando. Y todos tienen espacio para ser como son.

Porque hacerlos sentir protagonistas no es que todos hagan lo mismo, es que todos se sientan parte.

No hay una sola forma de ser el centro

A veces es soplando la vela. A veces es el momento en que se ríen con un amigo.

O cuando descubren que alguien pensó en su color favorito. Pequeñas cosas que dicen sin decirlo: “esto fue para mí”.

Y eso no se les olvida

Porque sentirse protagonista no es estar en el centro de todo. Es sentirse visto, escuchado y celebrado como es. Y eso, más que un recuerdo, es una emoción que se queda.